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Gran cierre de talleres de oficios del CIC de Unión

Más de 50 vecinos expusieron en la muestra anual de panadería y tejido. Desde la inauguración de las obras de renovación del CIC en octubre hasta la fecha, se realizaron más de 2 mil acciones directas y se efectuaron 10 mil intervenciones de castración animal y trámites licencia de conducir.

El Centro Integrador Comunitario “Nuestra Señora del Carmen” finaliza el año 2023 con un balance positivo de las actividades realizadas.

Daniela Aranda, directora del CIC de Unión, explicó que desde  octubre, mes de inauguración del edificio renovado por la gestión de Bettina Romero, se  realizaron más de 2 mil acciones directas con la comunidad. Además de las 10 mil intervenciones de castración animal, vacunación y trámites de licencias de conducir.

Como cierre, la muestra del taller de oficio de panadería y tejido contó con la participación de vecinos y familiares. Durante la exposición, Alejandra Cayo, profesora de panadería y pastelería, destacó la capacidad e interés de los casi 30 vecinos que asistieron a clase. “La intendenta Bettina Romero le dio la oportunidad para que todo el año este taller les dé herramientas a los vecinos. Esta muestra es el reflejo de todo lo aprendido, agradezco a cada vecino que pudo finalizar y llegar hasta el final”.

Por su parte, la alumna Carmen Pérez, contó que siendo la más grande del grupo pudo adquirir nuevos conocimientos de panadería y pastelería. “Como abuela de 6 nietos y mamá de 2 hijos, ellos, los 8 me esperaban en la puerta para comer las cosas ricas que llevaba a la casa”.

Héctor Vargas, el más joven del grupo, contó que se animó a aprender junto a su madre, porque tenía curiosidad. Adolfo Borda, otro alumno, también comentó que decidió aprender porque la panadería tiene una salida laboral.

Finalmente, Bruno Galeano, de 15 años, anticipó que seguirá aprendiendo porque le gusta y lo saca de la rutina.

 

Muestra de tejido

Daniela Burgos, profesora de tejido, señaló que las clases de tejido a crochet y a dos agujas no solo fueron un taller más, sino un espacio de contención y escucha para muchas mujeres de la zona.

Filomena López, alumna, indicó que las clases de tejido le permitieron concentrarse y desestresarse. “Pude tejer chalecos, bufandas, remeras, adornos navideños para mis 4 hijos y mis nietas”.

Ana Guerrero, otra alumna, contó que cierra el año de la mejor manera porque participa de la exposición. “Yo aprendí a tejer una colcha. Cuando uno le agarra la mano es fácil de hacer, esto es para progresar. Las compañeras tejen para vender, yo para mi casa”, expresó.